Existen millones de personas que poseen diferentes capacidades y formas de ver la vida. Muchas veces las habilidades innatas son un impulso para el logro de metas; sin embargo, no solo se debe contar con habilidades heredadas, sino que requiere de un gran cúmulo de conocimientos y la constante aplicación de ellos, al punto de volverlo una necesidad vital.

Los cambios que vive el ser humano transcienden cualquier rincón. Cada vez más somos bombardeados de técnicas, nuevos enfoques y otros conocimientos que no están directamente relacionados con nuestra profesión u oficio, pero son herramientas para lograr el crecimiento personal y profesional de la nueva era. El logro de estas capacidades se debería traducir en un individuo de alto desempeño, lo que conlleva a resultados óptimos en sus actividades.

Debido a los variados escenarios mundiales, productivos y financieros, enfrentamos un fenómeno cada vez más complejo en los procesos de aprendizaje. Prosperar y desarrollarse debe ir de la mano de actitudes tales como: estrategia, productividad, dinamismo, creatividad y sobre todo , capaces de afrontar los retos del ambiente competitivo existente.

Tener conocimientos de los aspectos más importantes que influyen en la cotidianidad y actualidad del ser humano es primordial (Internet de las Cosas, Redes Sociales, Seguridad informática, Realidad aumentada, Desarrollo Sostenible, entre muchos otros) indistintamente de la profesión u ocupación que realice, tomando en cuenta que cada vez más emergen nuevas profesiones y causan la obsolescencia e incluso la desaparición de otras, igualmente nacen nuevos problemas ó se agudizan los existentes para la humanidad (Cambio climático, Desigualdad, Cibercrimen, Desempleo, entre muchos otros) esto requiere la preparación de expertos en esas áreas para garantizar y mejorar la existencia en el planeta.